lunes, 28 de febrero de 2011

El mito de la posición geográfica

Platón mostró, hace ya mucho, con un mito, cómo la gente reacciona ante el conocimiento. En el momento en que uno logra salir del hueco donde nació, hacia el mundo de las ideas, siente una obligación moral de volver al submundo a mostrar a los demás lo que descubrió. Ahora, no es tan dramático como lo muestra hoy día (al menos no siempre). En este momento puede que cause una reacción similar sólo con el título, pero ¡LÉANLO! y liquídenme después.

¿Nuestra mayor riqueza como país? Todos tienden a responder al mismo tiempo (aún con el pensamiento) "Nuestra posición geográfica, profe". Y añado "profe" porque nos han dicho esto desde que tenemos uso de razón en las escuelas. Lo siguen repitiendo los medios cada que tienen oportunidad.

¿Qué hace la posición geográfica panameña importante? Una vez lo mencioné y lo haré de nuevo: Nuestra estrechez permite fácilmente que nos atraviesen (a pie o en barco) a lo largo y ancho. Somos, por tanto, equivalentes a un puente. Al extremo, somos "pisoteables" por otros países que requieran paso a través de nosotros. ¿Qué bonito, no? Por lo menos cobramos.

¿A quién no le molestaría que para lo único que es bueno, es para ser pisado? Y mí punto está en que consideramos que nuestra mayor riqueza como país es esta. Sí, es cierto, tenemos esta facilidad de ser "país de tránsito", pero no es todo. Muchas veces, así mismo como intentó mostrar Platón, nos dejamos nublar por las proyecciones que nuestro entorno (o las personas de este) nos muestran desde que nacemos, y no solamente creemos que estas son reales, sino que son la única realidad posible.

Salgamos mentalmente un momento de nuestro país. ¿Qué vemos? Países que trabajan sus recursos para sí mismos; turismo interno; industria. ¿Causalidad que son áreas no muy explotadas en Panamá? Pensamos solamente en vendernos al extranjero, antes de pensar en vendernos a nosotros mismos como país.


¿Por qué me molesta tanto esto? Citaré el ejemplo más claro: Teníamos guineos, y nos gustaba tener nuestras plantaciones para venderlas al extranjero. Un tiempo después, llega a nuestro país, en una botellita de vidrio, combinado con azúcar, con una cantidad inferior a un guineo (combinada con otras cosas) con una etiqueta de un bebé afuera, que dice "Gerber". ¡Cuesta más que un guineo! Ni siquiera hemos sido capaces de agarrar ése guineo y hacer, siquiera, algo como un "Puré de guineo compita".



¿El asunto de la minería? Nos molestaba que explotaran el terreno (algunos, como yo, razones ecologistas en contra de la lixiviación en minería de cielo abierto, otros por otras razones) Pero ¿habían pensado en qué hacer con ése cobre, si se llegaba a explotar? En una conversación que tuve hace como un mes y tanto con algunos compañeros, uno atinó a decir que "el cobre era importante porque afuera se utilizaba para hacer un montón de cosas". Y sean realistas, ¿Pensaron en extraer ése cobre y usarlo para hacer alambres de cobre, vajillas, tuberías, placas para estudiantes de ingeniería eléctrica como yo, y hacer todo esto acá en Panamá? No sé ustedes, pero esta persona no lo pensó.

Pensamos en vendernos al exterior automáticamente, sin antes siquiera pensar en nosotros mismos. ¿Por qué, somos tan inferiores que el dolar que nos da un panameño vale menos que el dolar que nos da un extranjero? "¿Qué pesa más, un kilogramo de plomo o un kilogramo de plumas?"

Paso a una entrada anterior, cuando hablé del desarrollo industrial en Panamá. No estamos dados a mostrar en el mercado productos competitivos, pero ¡en el mercado nacional! Eso sí, cuando se trata de mercado extranjero, ¡AHÍ SÍ HAY QUE PONERSE LAS PILAS! Hay que tener normas de seguridad, una buena organización empresarial, ir "fachon" a las reuniones, hablar inglés. Pero esta diligencia no la tenemos para el nacional. Esto implica lo mismo que dije: una menor competitividad, que acarrea un menor desarrollo en áreas, como la que me competen, que son las ciencias.

El mito de la posición geográfica ha quedado expuesto. Quiero cerrar con algo: el panameño es bueno para pelear contra su propia gente (protestar, quejarse). ¿Qué ocurriría si nos unieramos con la misma fuerza con que intentamos separarnos?

2 comentarios:

  1. Así me pasó el otro día. Estaba con un amigo norteamericano y un bien cuidado se molestó porque le di 10 centavos. El decía que el gringo le debía dar 2 doláres.

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  2. No tendríamos que ver como separamos las cosas como dices tu, encontrar una forma de unirnos y que desde Panamá nos demos a conocer a través de cualquier cosa, ya sea un producto, un cantante, una moda, en fin lo que sea menos por la posición geográfica.

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