viernes, 25 de mayo de 2012

Falta de idealismo

No he escrito mucho en los últimos ... meses, pues he estado trabajando en gran cantidad de proyectos de todo tipo. Organizando exposiciones con compañeros tanto de la universidad, como de grupos externos a la misma; extracurriculares y curriculares, algunos proyectos más personales, otros más grupales; con ideas mías y otras no tan mías, pero que al final termino también haciendo de mí propiedad.

De trabajar tanto con jóvenes (y no tan jóvenes) durante los últimos meses, he notado en todos los estratos de la sociedad, algo que pensé que solamente existía entre algunos mediocres de mi salón de clases: hace falta idealismo.

¿Qué quiero decir con esto? La gente hace cosas por hacerlas, o en algunos casos por objetivos externos. No se toman en cuenta objetivos internos, personales, de crecimiento espiritual y conceptual.

¿Dónde más veo esto? al iniciar empresas. Las personas se entusiasman con objetivos externos (como el dinero, la fama, y demás elementos exteriores al "yo") y tienen altos grados de ímpetu y de emoción al inicio del asunto, repito, movilizados por objetivos externos. Sin embargo, el panameño promedio (o el ser humano promedio, no sé, hablo por lo que conozco) al estar a la mitad del asunto, y no tener una base ideológica sólida  ni personal, ni grupal, ni empresarial, se desanima. Todo lo tira por el subsuelo y deciden que lo mejor es simplemente hacer algo "más fácil".

Y lo anterior lo he visto en sinfín de escenarios, desde académicos hasta empresariales, donde las personas dejan de lado ideas y proyectos, porque al enfrentar la fantasía de los sueños, los deseos y las esperanzas; a la disciplina de un cronograma de trabajo, de la necesidad de hablar con inversionistas o  demás personas, o simplemente, de enfrentarse a tareas que no son de su agrado, dejan por un lado el proyecto.

También noto una falta de ganas en tomar retos y riesgos (creo que este tema lo traté en alguna entrada anterior). Al ver que algo podría tener jugosas ganancias PERSONALES, pero que tiene gran cantidad de obstáculos EXTERNOS, deciden echar a tierra el cometido.

¿Por qué los ideales hacen que esto no ocurra? Porque son bases morales INTERNAS, totalmente PERSONALES, y son más difíciles de desenrraizar, de arrancar, y de que se dejen vencer por obstáculos.

Trabajar en un proyecto sin una filosofía a seguir, sin un conjunto de éticas y morales, y simplemente hacerlo por llegar al fin, no hará que tengamos los mejores resultados. Simplemente hará que el objetivo sea cumplido para alcanzar el estándar mínimo, pues las ganas de alcanzar la excelencia mueren con el paso de golpes y piedras en el camino. ¿Por qué mueren? Porque nos rompen la armadura que tenemos por fuerza, y no sabemos soportar golpes por dentro.

Esta armadura que va por dentro, que nos hace soportar golpes y seguir, no sólo adelante, sino con una sonrisa, la logran los ideales.

La próxima vez que vayan a emprender algo, por lo menos tómense un tiempo para pensar ¿por qué? ¿para qué? ¿qué objetivos logro? ¿qué frutos hay para mí como persona? y demás asuntos y créanme ... la victoria será mayor.