lunes, 28 de febrero de 2011

El mito de la posición geográfica

Platón mostró, hace ya mucho, con un mito, cómo la gente reacciona ante el conocimiento. En el momento en que uno logra salir del hueco donde nació, hacia el mundo de las ideas, siente una obligación moral de volver al submundo a mostrar a los demás lo que descubrió. Ahora, no es tan dramático como lo muestra hoy día (al menos no siempre). En este momento puede que cause una reacción similar sólo con el título, pero ¡LÉANLO! y liquídenme después.

¿Nuestra mayor riqueza como país? Todos tienden a responder al mismo tiempo (aún con el pensamiento) "Nuestra posición geográfica, profe". Y añado "profe" porque nos han dicho esto desde que tenemos uso de razón en las escuelas. Lo siguen repitiendo los medios cada que tienen oportunidad.

¿Qué hace la posición geográfica panameña importante? Una vez lo mencioné y lo haré de nuevo: Nuestra estrechez permite fácilmente que nos atraviesen (a pie o en barco) a lo largo y ancho. Somos, por tanto, equivalentes a un puente. Al extremo, somos "pisoteables" por otros países que requieran paso a través de nosotros. ¿Qué bonito, no? Por lo menos cobramos.

¿A quién no le molestaría que para lo único que es bueno, es para ser pisado? Y mí punto está en que consideramos que nuestra mayor riqueza como país es esta. Sí, es cierto, tenemos esta facilidad de ser "país de tránsito", pero no es todo. Muchas veces, así mismo como intentó mostrar Platón, nos dejamos nublar por las proyecciones que nuestro entorno (o las personas de este) nos muestran desde que nacemos, y no solamente creemos que estas son reales, sino que son la única realidad posible.

Salgamos mentalmente un momento de nuestro país. ¿Qué vemos? Países que trabajan sus recursos para sí mismos; turismo interno; industria. ¿Causalidad que son áreas no muy explotadas en Panamá? Pensamos solamente en vendernos al extranjero, antes de pensar en vendernos a nosotros mismos como país.


¿Por qué me molesta tanto esto? Citaré el ejemplo más claro: Teníamos guineos, y nos gustaba tener nuestras plantaciones para venderlas al extranjero. Un tiempo después, llega a nuestro país, en una botellita de vidrio, combinado con azúcar, con una cantidad inferior a un guineo (combinada con otras cosas) con una etiqueta de un bebé afuera, que dice "Gerber". ¡Cuesta más que un guineo! Ni siquiera hemos sido capaces de agarrar ése guineo y hacer, siquiera, algo como un "Puré de guineo compita".



¿El asunto de la minería? Nos molestaba que explotaran el terreno (algunos, como yo, razones ecologistas en contra de la lixiviación en minería de cielo abierto, otros por otras razones) Pero ¿habían pensado en qué hacer con ése cobre, si se llegaba a explotar? En una conversación que tuve hace como un mes y tanto con algunos compañeros, uno atinó a decir que "el cobre era importante porque afuera se utilizaba para hacer un montón de cosas". Y sean realistas, ¿Pensaron en extraer ése cobre y usarlo para hacer alambres de cobre, vajillas, tuberías, placas para estudiantes de ingeniería eléctrica como yo, y hacer todo esto acá en Panamá? No sé ustedes, pero esta persona no lo pensó.

Pensamos en vendernos al exterior automáticamente, sin antes siquiera pensar en nosotros mismos. ¿Por qué, somos tan inferiores que el dolar que nos da un panameño vale menos que el dolar que nos da un extranjero? "¿Qué pesa más, un kilogramo de plomo o un kilogramo de plumas?"

Paso a una entrada anterior, cuando hablé del desarrollo industrial en Panamá. No estamos dados a mostrar en el mercado productos competitivos, pero ¡en el mercado nacional! Eso sí, cuando se trata de mercado extranjero, ¡AHÍ SÍ HAY QUE PONERSE LAS PILAS! Hay que tener normas de seguridad, una buena organización empresarial, ir "fachon" a las reuniones, hablar inglés. Pero esta diligencia no la tenemos para el nacional. Esto implica lo mismo que dije: una menor competitividad, que acarrea un menor desarrollo en áreas, como la que me competen, que son las ciencias.

El mito de la posición geográfica ha quedado expuesto. Quiero cerrar con algo: el panameño es bueno para pelear contra su propia gente (protestar, quejarse). ¿Qué ocurriría si nos unieramos con la misma fuerza con que intentamos separarnos?

viernes, 25 de febrero de 2011

Lugares de estudio

Cualquier parecido o similitud a la realidad, NO es pura coincidencia.

Soy un estudiante universitario panameño. La carrera que estudio no es importante, pues en general sé que todos vivimos situaciones similares.

El semestre pasado para mí fue especialmente duro, con bastantes materias, además de estar en turnos de la mañana y de la tarde. También tuve varios espacios libres entre materias. Decidí, entonces que estudiaría en esas horas libres. Además, como en mí casa hay demasiadas distracciones, decidí también quedarme hasta la noche para concentrarme más.

Llegaba a las siete u ocho de la mañana para mis primeras clases, a veces un poco después. Terminadas mis primeras clases de la mañana, mi primera parada era el salón de estudio de mí facultad. Cuando llegaba, resulta que la encargada de abrirlo no había llegado a tiempo (abre a las 8:00 a.m., había pasado ya 15 minutos luego de ése tiempo y no llegaba). Mi tiempo estaba contado pues en una hora y media tenía otra clase, y honestamente, en menos de una hora no se estudia mucho que digamos.

Mientras llegaba la señora, me sentaba en una banca cerca del centro de estudio, a leer mientras tanto. A veces no llegaba y terminaba con dolor de espalda o de cuello por las posiciones que debía adoptar para estudiar. Y si llegaba la señora, lo hacía 45 minutos tarde y no me quedaba mucho tiempo para estudiar (aceptemoslo: en una hora realmente no se estudia mucho).

Terminada mi siguiente clase decidí volver, pues tenía un tiempo libre antes de la hora de almuerzo. Al llegar al mismo centro de estudio, había un papel pegado afuera que decía "cerrado por seminario". Como ya ha pasado antes, sé que no abrirá más hasta luego de la hora de almuerzo. Interesante seminario a la hora de almuerzo, ¿no les parece?.

Almorcé, fui a mi siguiente clase y, en otro tiempo libre, volví al salón de estudio, el cuál aún permanecía cerrado. Supuse que era un seminario muy intenso de "Cómo no permanecer en tu puesto de trabajo I" y me fui a la biblioteca de otra facultad. Está un poco más lejos, y tendría menos tiempo de estudio, pero por lo menos es un ambiente bueno para estudiar.

En este lugar hay varias mesas, aire acondicionado, paredes pintabas de blanco que dan una sensación de amplitud, en fin, una biblioteca muy bien conservada (por ahora). Lo primero que noto al entrar es una mesa llena de gente riéndose, supongo que de algún problema que 8 cabezas no son capaces de resolver. Mi solución: busco una silla vacía, me pongo mis audífonos con algo de música suave y estudio el tiempo que me queda.

¡Se me hace tarde para mí siguiente clase! Guardo todo y salgo corriendo, pues estoy un poco más lejos que en la mañana de los salones. Termino de dar mis clases de la tarde, y me dirijo de vuelta a la biblioteca en la otra facultad (pues, nota: el salón de estudio de mí facultad cierra a las 4:00 p.m., así que los alumnos de la noche que se olviden de estudiar ahí) para seguir estudiando. Esta cierra a las 8:00 p.m. Y de aquí, ¿a dónde? ¿A mí casa? Si con el chorro de materias que tengo y las pocas horas que tuve para repasar (pues uso parte de ése tiempo en buscar un salón, y parte para correr a mí siguiente clase) no me alcanza verdaderamente el tiempo.

Entonces deambulo por la universidad buscando salones vacíos, o con otras personas en la misma situación, para seguir estudiando. De pronto, se abre la puerta y entra un profesor con otros alumnos siguiéndole el paso, señal de que debo irme pues se va a dictar una clase ahí .Las pocas horas que me quedan antes de las 10:00 p.m. (una hora antes de que cierre la universidad) las uso para buscar salones vacíos y, si corro con suerte, no me echan.

Una vez llego a la casa, como me la he pasado estudiando todo el día en la universidad (como a eso de las 10:30 p.m.) me desconecto totalmente de ella, y leo algo en la computadora para luego dormirme y seguir "más tarde" (al día siguiente).

Algo positivo de salir a estas horas de la universidad es que no hay tráfico, así que ahorro gasolina. También, para evitarme las filas en las cafeterías, opté por llevar mí comida, de modo que pierdo menos tiempo comiendo, que uso para estudiar.

Dice una compañera mía de kendo que "la vida de un estudiante es muy sacrificada". ¡Le doy toda la razón, y más si uno trabaja y estudia! Y el peso se baja si uno ama lo que estudia.

Sin embargo, el hecho de no tener un lugar donde yo pueda decir que es mí centro de estudio FIJO en toda la universidad me hace la vida de cuadritos. De todas las horas libres que estoy allá, invierto más de la mitad en buscar un lugar para estudiar. Y ni hablemos de centros de estudio fuera de la universidad, pues con horarios como el mío, o no es una opción, o debo ir con cuidado de que no me asalten a donde vaya.

¿Y el fin de semana? Me olvido que soy estudiante universitario, pues con recordarlo todos los días de la semana, a toda hora, ya es suficiente.

lunes, 21 de febrero de 2011

Nuestro culto a lo vano

Vanidad, definida por la RAE, es "cualidad de vano". La veo a diario, desde el "macho alfa" orgulloso de su grande y pesada musculatura; pasando por la mujer que cree ser "la más wena" y juega con las emociones ajenas; junto al profesor que no acepta nuevos conocimientos, o porque está viejo, o porque "lo sabe todo"; y parando momentáneamente en los estudiantes que juran poder dominar el mundo sólo conociendo física de secundaria. Me detengo pues la lista sigue.

He observado que la misma es producto de miedos, de inconformidades personales, de ansiedad, de estrés, sumado a la avalancha de mensajes sugestivos proveniente de los medios. A veces uno de los peores problemas ocasionados es la supresión de un importante ingrediente en toda persona: humildad.

Lo importante del caso, es que la vanidad atrae consigo distintos males, y prefiero hablar en base a ejemplos.


Esta mañana me enteré de un triste caso, con su fuente aquí. Es de un hombre que tenía problemas de eyaculación precoz y que decidió ir a un médico para tratar de arreglar su problema, donde le inyectaron cierta sustancia. Sin embargo, al ver que no funcionaba el mismo, le inyectaron más de esta sustancia de lo normal, provocándole una erección que duró más de 50 horas. Luego de soportar mucho dolor, regresó al médico para recibir ayuda. Le inyectaron una segunda sustancia la cual causó una necrosis y tuvo que amputársele parte del miembro. Este hombre demandó a la empresa responsable. Sin embargo, se aduce que los responsables (de nacionalidad mejicana, aparentemente) dejaron el país.

Otro caso bastante reciente, fue el de una ex-compañera de la escuela, quien falleció esta semana. En su caso, fue a realizarse una cirugía (estética) ambulatoria en la cual le inyectaron cierta sustancia que ya estaba vencida. Al regresar a casa, comenzó a sentirse mal y decidió regresar al hospital, donde falleció.

Tanto la mujer como el hombre, hoy día, deciden enfrentarse al filo del bisturí. La mujer sigue teniendo la delantera en las estadísticas, aunque el hombre le sigue a paso veloz. "Si hablamos de diez años atrás, tal vez hablamos de un 15%, y hoy hablamos de un 25% de hombres que consulta por cirugía facial" afirma el Dr. Carlos Juri, director del centro médico de cirugía plástica que lleva su nombre, en Buenos Aires, Argentina.



¿Qué propongo al respecto? No puedo evitar que una persona desee hacer un cambio en su cuerpo "para verse mejor" o para "rendir mejor". Lo que sí me gustaría es que se evaluaran los riesgos antes de hacer este tipo de procedimientos, y opino que parte de la culpa proviene del medio.

Sabemos todos que las revistas pornográficas se alejan de los muchachos que apenas comienzan a acariciar lo que es la sexualidad. ¿Por qué entonces no alejarlos también de otras revistas? ¿De otro tipo de contenido que los incita a llevar vidas llenas de desdicha, de ansiedad, por no poder tener un cuerpo perfecto estándar? ¿Por qué no alejar a las niñas en período de crecimiento, de revistas de moda, que pueden ser como un veneno lento, que enferma su mente con las más oscuras inseguridades personales? Digo, no culpo sólo a las revistas, sino a los medios que permiten este tipo de ponzoña llegar a los más pequeños.

Veo muchachos, con sus cuerpos apenas en sus primeras etapas de desarrollo, en uniforme escolar, entrando en grupo a tiendas de batidos de proteínas, y salir de ahí, o decepcionados por no poder pagarlos, o llenos de ganas por probarlos. También muchachas a sus 12 años con faldas que parecen más bien correas, sus pequeños pechos en desarrollo casi al aire y maquillaje en su rostro. Cada vez que veo esto, recuerdo un día que decidí colocar la radio en el auto, y escuché el programa de una señora, de unos 70 u 80 años, que entre muchas cosas dijo algo como "veo a mí nieta de 12 años, colocándose lápiz labial y rubor. Yo le decía ¿Por qué te pones eso? Eso es para las viejas ya como yo que no tienen ése candor natural en los labios, propio de una muchachita, como tú. ¿por qué quieres apurarte a crecer?"

Vivimos en una sociedad más dada a aparentar, que a ser realmente productivos. Nos gusta tener títulos colgados de las paredes, y reflejen nuestros logros, aún cuando luego vamos a manejar el taxi que nos da de comer. O igualmente, nos esclavizamos a nosotros mismos, o inclusive acabamos con nuestras vidas, por intentar llegar al estándar. Todo ése esfuerzo en aparentar, gastado en lo vano, en vez de usarlo para producir.

Este espacio lo he dedicado a todas esas personas que, buscando ése ideal, han perdido la vida. (literal y figuradamente). Incito a los que leen esto a que consideren esta realidad en que vivimos, en nuestro culto hacia lo superficial.

viernes, 18 de febrero de 2011

Música: realidades y algunos mitos

Me he topado con este tema a las doce de la media noche, y lo he hallado tan sublime que decidí dedicarle algo en mí blog en este momento (Dios, ¡inspiraciones nocturnas! mis mejores amigas y peores enemigas).

Primero que todo, entrando un tanto al terreno del misterioso cerebro: Se encuentra dividido en dos hemisferios, el izquierdo y el derecho, unidos por el cuerpo calloso. Lo interesante es que, aún cuando la musicalidad halla su albergue en el hemisferior derecho, es decir, nuestra capacidad de definir distintas voces y entonaciones, así como nuestras experiencias musicales, el ritmo musical está controlado por el hemisferio izquierdo, reponsable de nuestro sentido del tiempo, así como de nuestra conciencia espacial y comprensión de relaciones complejas, CRUCIALES para percibir ritmo.

Hay, además, distintas formas en que el cerebro reacciona a estímulos externos. Su actividad cerebral, medida por un electroencefalograma, distingue cuatro tipos de ondas cerebrales:
  • Ondas alfa: van desde los 8 a los 13 Hz, y aparecen durante estados de extrema quietud y tranquilidad.
  • Ondas beta: van desde los 14 a los 20 Hz, y aparecen durante nuestras faenas diarias.
  • Ondas theta: van desde los 4 a los 7 Hz, y ocurren luego de emociones placenteras.
  • Ondas delta: van desde 0.5 a 4 Hz, y ocurren sólo durante el sueño profundo.
Estas ondas cerebrales se pueden traducir en "ritmos", los cuales captamos en la música. Es decir, cierta música estimula ciertas ondas cerebrales, las cuales afectan nuestro ánimo y nuestra conducta durante el día. También pueden afectar la tonicidad muscular y modifica el sistema inmunitario, entre otros efectos.

Un estudio interesante, llevando al límite el efecto de la música sobre nuestro ánimo y toma de decisiones, es que la música alta en los bares incita a beber más alcohol en menos tiempo (estudio publicado en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research). El estudio reveló que más volumen, ¡INFLUYE A BEBER MÁS RÁPIDO LA BEBIDA!

Sí, la música afecta nuestras acciones momentáneas, ¿pero ayuda al aprendizaje? Se sabe que es el primer sentido que desarrollamos, ¡en el útero! A las diez semanas de edad comienza a desarrollarse, y a las 16 semanas es totalmente funcional, permitiendo al útero percibir estímulos del exterior y comunicarse.

Durante el crecimiento, una dosis alta de música ayuda al niño a desarrollar su sentido pre-lógico en lógico, al darle la conciencia de "tiempo" perteneciente al ritmo musical, lo cual también ayuda al desarrollo del sentido de orden, del análisis y la memoria. Además funciona como un agente estimulante del aprendizaje, pues mantiene activa la actividad neuronal, además de favorecer la inteligencia al intentar diferenciar y a la vez unificar sus distintos elementos ¡EN EL MÁS FINO ARTE!

Ahora que ya vimos esto, sentémonos a ver una realidad ¿qué hay de estudiar, trabajar o realizar alguna tarea Y oír música durante la misma? Estudios en Applied Cognitive Psychology dicen que oír música mientras se hace una tarea cognitiva (como estudiar o redactar un informe) ¡BAJAN EL RENDIMIENTO! Según los autores de este estudio, lo mejor durante estas tareas es el silencio.

Señores, los beneficios de la música se dan ¡CUANDO OÍMOS LA MÚSICA NADAMÁS! Es decir, cuando estamos sentados oyendo alguna banda, o tenemos una afición repetida por algún autor, o cuando somos niños y nuestras madres ponen alguna canción para entretenernos (al menos a mí me hacían algo similar). En esos momentos es estimulante. Mientras realizamos alguna tarea, no es sino una dulce distracción.

Los beneficios de la música son amplios, y estimularla como una herramienta para optimizar el aprendizaje no es sino una de las facilidades otorgadas a nosotros por sus efectos en el cerebro. Sin embargo, cuando haya que trabajar, estudiar o redactar algo, y quieran rendir ¡APÁGUENLA! Si no les interesa hagan como yo (y sé que varios de ustedes) harán aún sabiendo esto: colocarán su playlist favorito y se lanzarán a su diario vivir.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Bebidas energizantes, ¡MODÉRENLAS!

Desde principios de la revolución industrial, nuestro tren de vida acelera, y esta aceleración parece también aumentar con el tiempo. Cada día nos encontramos bajo más trabajo, más estudio, más información que asimilar, más obligaciones que atender, ¡y el día sigue teniendo sólo 24 horas!

Deberíamos tener 8 horas de sueño seguidas para recuperarnos de nuestra gran cantidad de trabajo acumulado y estrés diarios, tiempo que equivale a un tercio de la duración de un día. Sin embargo, por la gran cantidad de tareas que nos proponemos día a día, sumado a falta de organización y de prioridades, nos vemos en la necesidad de reducir estas horas de sueño. Para ello, a veces recurrimos a estímulos externos para "energizarnos", y está la opción de una bebida energizante.
"Bebida energizante" es un concepto fascinante. Literalmente, debería ser una bebida que incorpore energía al cuerpo del que la beba. Técnicamente, todos los alimentos, luego de varios procesos en el cuerpo, se transforman en energía que nosotros utilizamos. Este proceso no es inmediato, pues toma su tiempo. Sin embargo, este problema no lo tienen las bebidas energéticas, que "dan energía rápidamente". Si trabajan tan rápido, ¿por qué no usarlas para resolver la crisis energética mundial? ¡USEMOS REACTORES QUE ABSORBAN LA ENERGÍA DEL CAFÉ, DEL RED BULL, DEL MONSTER! ¿ACASO ESTAMOS CIEGOS? Obviamente, no es la manera. Si fuera por eso, también tomaríamos petróleo para sentirnos energizados...¿O será que ya ocurre?

En todo caso, la realidad de las bebidas energizantes es que son narcóticos, sustancias que inhiben la sensación de cansancio. Lean bien, ¡inhiben! no la desaparecen. El cansancio seguirá allí, latente, en nuestro cuerpo, pasando factura día tras día. ¿El mejor ejemplo de estas bebidas? El café y su estimulante, la cafeína.

La cafeína está definida como una droga psicoactiva que actúa como un estimulante. No es sino una "droga socialmente aceptada", y como toda droga puede acarrear efectos secundarios en caso de excederse, como adicción, arritmia cardíaca, nerviosismo, contracciones musculares involuntarias, entre otros efectos. ¡y es sólo un consumo exagerado de cafeína!

¿Qué hay de las bebidas energizantes "más potentes"? Muchas contienen cafeína en cantidades que quintuplican las de un refresco enlatado, o las de un café matutino. En algunos países son consideradas como complementos alimenticios más que como bebidas recreativas, e inclusive se recomiendan exámenes médicos antes de consumirlas. Continen gran cantidad de vitaminas, minerales y otros tipos compuestos que tienen como objetivo inhibir nuestra sensación de cansancio.

Varias de ellas han sido responsabilizadas por malestares en general en grupos de infantes, adolescentes y adultos jovenes. Entre los efectos supuestamente causados están palpitaciones cardíacas fuertes, convulsiones, problemas gastrointestinales e inclusive muertes repentinas. La última se liga bastante también al consumo de estas bebidas combinadas con alcohol, como si fuesen "mezcladores".

El problema con esto último es la combinación de un depresor del sistema nervioso (alcohol) con un estimulante del mismo (bebida energética). Esto, sumado a una intensa rumba, llena de sudoración por el estado de excitación, y sumado al efecto inhibidor del cansancio de la bebida energizante y a la somnolencia causada por el alcohol...no es más que un golpe violento y silencioso al cuerpo que, en distintas ocasiones le hemos llamado "muerte repentina".

Es decir señores, no pienso ponerme a analizar toda la cantidad de bebidas energizantes, ni sus componentes extraños. La idea es la siguiente: ¡EDÚQUENSE SOBRE LO QUE CONSUMEN! No tomen algo porque "les dará energía para el día" o porque "está de moda y sabe bien". No digo saber cómo funcionan (hoy día hay algunos cabos sueltos respecto al funcionamiento de la cafeína en el cuerpo, no pido al lector resolver un enigma médico) sino por lo menos ser moderado en el consumo y no excederse en el mismo, y saber que estas bebidas contienen drogas y que deben tomarse con moderación.

¿Mi opinión sobre la mejor forma de energizarse? Organizarse, proponerse metas realistas, tener prioridades, descansar por lo menos 7 u 8 horas diarias y tener una hora de dormir presestablecida y obedecerla con disciplina. Al final sólo nos queda utilizar aquello que nos hace la especie reinante en este planeta: adaptarnos.

lunes, 14 de febrero de 2011

Ejercitarse ayuda al cerebro

Y conste, no me refiero a ejercicios de agilidad mental. Me refiero a ejercicio aeróbico, como correr, nadar, en fin, todo ejercicio que un aumento en el ritmo cardíaco.

Al día de hoy realmente no se conocen todos los mecanismos por los que esto ocurre, pero distintos estudios relacionados al tema muestran que el ejercicio aeróbico disminuye la posibilidad de sufrir daños cognitivos, como Alzheimer y demencia.

Algunos estudios realizados postulados en 2010, en Seattle, experimentó en 33 adultos para saber más sobre el tema. Demostraron que con 45 o 60 minutos de bicicleta estática, dados a un grupo de personas con problemas de deterioro cognitivo leve (como olvidar nombres de personas muy a menudo, u olvidarse de lugares donde guardan cosas) "mejoran las capacidades cognitivas de atención, concentración, planificación, organización y tareas múltiples".
Otro estudio realizado en Rochester, Minnesotta, que incluyó a 1324 adultos, de los cuales 198 tenían problemas cognitivos leves y el resto estaba sin problemas, demostró que aquellos que hacían ejercicio desde los 40 años de edad en adelante (como natación, caminatas intensas, yoga o ejercicios de fuerza), no presentaban problemas cognitivos leves.

Para poder entender remotamente cómo esto, nos remontaremos a 1995, donde se hicieron estudios en ratas que corrían a diario en sus jaulas. Se demostró que las mismas producían más factores neurotróficos (proteínas segregadas que modulan el crecimiento, reparación, diferenciación y superviviencia de las neuronas) que sus hermanos sedentarios. Esto casi pasa inadvertido en los estudios, pero la producción de estas sustancias de tipo hormonal se vio afectada positivamente por la presencia de ejercicio físico.

Un ejemplo de estos factores neurotróficos es el IGF-I. Primero que todo, el hacer ejercicio estimula la liberación en la sangre de la hormona del crecimiento. Esta, a su vez, estimula la producción de otra hormona desde el hígado, llamada la IGF-I (por sus siglas en inglés, "Insuline-like Growth Factor I"). Con esta hormona es la que permite que los músculas aumenten su tamaño (usado clandestinamente por fisiculturistas, para promover su crecimiento muscular). Durante los estudios sobre el IGF-I se encontró que, al inhibir laos efectos de la este factor neurotrófico, ¡no se veían efectos del ejercicio sobre el cerebro! Se determinó que este es una señal del hígado para "avisarle" al cerebro que "el cuerpo está realizando ejercicio", y esta hormona se acumula en el cerebro mientras más ejercicio se haga.

El IGF-I, a su vez, provoca la producción de otros factores neurotróficos en el cerebro que, entre otras funciones: aumenta la capacidad el cerebro de obtener información del resto del cuerpo, incrementa la actividad de las neuronas, aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, aumenta el consumo de glucosa de las neuronas, y protege a las neuronas de cualquier alteración que produzca malfuncionamientos e inclusive, su muerte.

Es decir, señoras y señores, el aforismo de "cuerpo sano, mente sana" es cierto en muchas medidas, así que ¡VAYAN A EJERCITARSE!

viernes, 11 de febrero de 2011

Leyes sobre ciencia en Panamá

Las leyes científicas, como las físicas o las químicas, en teoría definen comportamientos que son válidos en cualquier parte del universo, hasta que se demuestre lo contrario. Tal es el caso de las leyes de Newton, agregando sus modificaciones relativistas; las leyes de la termodinámica; la ley de Coulomb y el comportamiento electromagnético con las ecuaciones de Maxwell; las leyes de Proust, de Dalton, de Gay-Lussac, fundamentales en al química; y así podría seguir la larga lista.

Sin embargo, hay otro tipo de leyes, cuyo objetivo es regular el comportamiento de la sociedad. Son aquellas leyes como las de tránsito, el derecho civil, las leyes que regulan los derechos de autor, entre otras. Estas leyes tienen, algunas, como objetivo regular el uso que el hombre le da a la ciencia en un país. La mayoría pueden considerarse puramente éticas, como no experimentar en seres humanos y demás, pero algunas de ellas son más cercanas a la realidad de lo que creemos.

El año pasado tuve oportunidad de asistir a una charla sobre Seguridad ante exposición de Láser que hubo en la Universidad Tecnológica de Panamá. En ella se comentaba sobre los riesgos que hay al exponer el ojo humano a distintos tipos de radiación, como la infrarroja y la ultravioleta afectaban distintamente al ojo, estando o no los párpados cerrados. Decía que las consecuencias de exponerse a un láser pueden no verse sino hasta varios años después de la exposición, con problemas como cataratas. Una frase bastante utilizada durante la exposición fue "que no se vea, no significa que no haga daño".

Lo interesante de la charla, sin embargo, es la parte legal en Panamá. Comentaba el expositor que en Panamá, la única regulación en la gaceta oficial con respecto al láser es que "no se apunte directamente a los ojos". Por lo demás, espectáculos de luces como los de discotecas, o eventos con DJ's en tarima, o máquinas de resonancia magnética en hospitales, o las usadas para crear bronceado corporal, ¡NO ESTÁN REGULADAS LEGALMENTE EN ESTE PAÍS! Y como las consecuencias tardan años en aparecer, es realmente difícil diagnosticar problemas en la vista como consecuencia a exposición a este tipo de radiación. La Universidad Tecnológica de Panamá, actualmente se encuentra uniendo esfuerzos para poder cambiar esta realidad.

Otra situación interesante es la de los biólogos panameños, y de la biología en Panamá. Con situaciones como las de Isla Barro Colorado, donde vienen extranjeros a hacer estudios y tesis en biología tropical, y los mismos salen del país, muchas veces, sin dejar copias acá (es decir, conocen más de la flora y fauna panameña en el extranjero, que nosotros mismos). Algo que poderosamente me llamó la atención es que, desde 1950 están ejerciendo la profesión de biólogos varios panameños en el país. Sin embargo, ¡no es sino hasta el 2009 que hay leyes que regulan dicha profesión en el país! Antes de este año, ¡los biólogos panameños no gozaban de idoneidad, trabajando ilegalmente en su propio país! Inclusive, por esta situación se creó un grupo en facebook, visible aquí , donde los biólogos del país se unieron para poder luchar contra esta situación.

Sólo son dos casos (invito al lector a que mencione más, si los conoce) donde se hace notar algo importante: nuestro país está aún en una etapa de madurez respecto a estos aspectos. Somos un país relativamente joven, donde algunos catalogan que estamos en la adultez temprana de una nación (18-20 años de edad humanos). Yo opino que no llegamos ni a la pubertad. Hay muchos aspectos en los que podemos crecer aún, desarrollarnos y madurar, y uno de ellos es justamente el área legal. No culpo a nadie, sino más bien invito a que hagan oír sus voces en aquello que sienten que podría modificarse, ¡PERO HÁGANSE OÍR!

miércoles, 9 de febrero de 2011

Competencia industrial = desarrollo científico

Estoy aburrido de demostrar cómo la mentalidad panameña promedio, conformista y "arresponsable" (no irresponsable, pues no me refiero a que no quiera cumplir sus obligaciones, aunque también pasa, sino que no le gusta tenerlas) afecta sectores de nuestro país.

Recordemos que Panamá es un "país de servicios". Aquí incluyo que un "servicio" no es sino un "producto con la particularidad que al producirse, se consume".

La "arresponsabilidad" y el conformismo nos llevan a generar productos de poco nivel competitivo. En estos incluyo a médicos que recetan cualquier antibiótico para quitar un resfriado, empresas que abren sin hacer estudios de mercado, máquinas que se manejan sin leer instrucciones, aparatos que se arman sin tomar en consideración normas de seguridad de los mismos, meseros que no tienen en mente que su cliente es más importante que su jefe, publicidad hecha "a lo loco" y así podemos continuar. No hay una mentalidad de "competencia" en general, sino simplemente ganas de ser parte del sistema y que este nos moldee a su antojo, con tal de que no toquen los días libres ni el salario que me dijeron que tendría cuando entré.

Rechazar este tipo de competitividad, es rechazar distintos tipos de estudios y esto, a su vez, lleva a rechazar distintos profesionales. Viendo la gran cantidad de deficiencias mostradas en el párrafo anterior, se rechazan psicólogos, ingenieros, técnicos, diseñados gráficos, entre otros. Todo por mentalidades como "si se daña, bah, eso se arregla y punto" o "No necesito ser matemático para hacer esto".

Esto culmina en el mayor problema de este déficit: falta de inversión en Investigación y Desarrollo (I+D). Es decir, no invertimos como debiéramos en lo necesario para averiguar qué necesita nuestro producto sea el más competitivo. No le damos valores agregados a nuestros productos, simplemente los lanzamos al exterior a ver "qué xopa". No digo que para una empresa que recién empieza se deban echar al hombro miles de dolares en estudios, pero pueden consultarse profesionales que guíen en esta línea para tener productos que compitan en el mercado.

Un desarrollo mayor en I+D podría traer, en un futuro, empresas que quieran dar I+D en productos nuevos e innovadores, lo que traería investigación "libre" a varios científicos que hoy día, o se van del país por falta de empleo, o están "sentenciados" a ser profesores de escuelas y universidades.

Con lo anterior me refiero a alguna empresa que contrate una gran cantidad de físicos, químicos, biólogos, ingenieros, entre otros, para generar un producto innovador. De esta forma, llegaríamos a aprovechar la gran cantidad de científicos panameños que tienen, o la opción de volverse parte del sistema actual, o huir del país en busca de oportunidades, o recluirse en un mundo abstracto y alejarse de las necesidades del país.

¡SEÑORES, SEAN COMPETITIVOS, ASÍ AYUDAN AL PAÍS! Pretendan ser el Richard Feynman panameño, o el Alfred Nobel, o quizás el Gregory House o el Carl Lightman del mundo real, ¡QUE SE NOTEN SUS GANAS DE COMERSE AL MUNDO ENTERO!

martes, 8 de febrero de 2011

Experiencias en la enseñanza

Recuerdo mí primera experiencia en el ámbito de la transmisión del conocimiento: estaba en tercer grado de primaria, y mí hermana en kinder. Mí papá me hizo la propuesta de enseñarle todo lo que sabía de matemáticas a ella, para que estuviera adelantada en ése ámbito. Durante varios días me dedicaba a enseñarle, con la ayuda de un pequeño tablero de tiza para niño, con un suéter sin mangas blanco y en calzoncillos, y ella sentada en un banquito para niños, color azul, en la sala de la casa, a sumar, restar, multiplicar y dividir a su temprana edad. Y por más que sonara sólo como un juego para niños la dedicación logró que, a los cinco años, ¡mí hermana pudiera asimilar estos conocimientos, y aplicarlos! Definitivamente la primera vez nunca se olvida y, al recordarla, se recuerda como si fuera ayer.

Mis siguientes experiencias en la transmisión de conocimientos tuvo que esperar varios años más tarde, hasta estar en cuarto año de secundaria. En esta época, mis compañeros me pedían ayuda en materias igualmente lógicas, como matemáticas y física. Todo era ad honorem pero mí pago era obtener una experiencia, vaga pero razonable, en el campo de la enseñanza. Aprendía a ver a la persona y saber cómo enseñarle; que cada cabeza es un mundo, y absorbe conocimientos de formas distintas; que todos, en el fondo, ¡quieren aprender!, pero obstáculos como el conformismo, falta de bases en temas anteriores, de perseverancia, de claridad en lo que el profesor "profesa" en el salón de clases, y MUCHOS baches en el sistema, quitan las ganas de aprender.

Una recompensa no monetaria de transmitir conocimientos, es el repaso obligado del material. Uno repasa "lo viejo" una y otra vez, e impide que uno olvide esto. Tengo gran aprecio de esta parte de mí esfuerzo.

Otra recompensa, que no obtengo todo el tiempo, es la satisfacción de que la persona instruida realmente aprende bien y quiere seguir aprendiendo, y no solamente quiere pasar de largo el nivel, el tiempo o el rato, solo está ahí por obedecer su papá o a su mamá. Cuando siento esto, tengo ganas de devolver lo que me han pagado, pues la recompensa del aprendizaje ya es bastante. Transmitir conocimientos implica también aprender y repasar.

Admiro a las personas que se toman el tiempo, tienen la paciencia y la dedicación de transmitir el conocimiento que tienen a grupos de personas todo el tiempo, y tienen su profesión en ello. Les digo que ¡yo sé lo que se siente! (en parte). Esta entrada está dedicada a ustedes.

lunes, 7 de febrero de 2011

Entendiendo a un "artista" panameño

Antes de empezar, aclaro. Considero a todo aquel que tenga habilidades técnicas (como un plomero, un electricista, un pintor de brocha gorda o de pincel, un ingeniero) que tenga pasión por su labor, y que se desempeña lo mejor posible en su trabajo, un "artista", y a su labor la considero un "arte".


Entonces, bajo ése concepto, también un "cachorro" de ingeniero, como yo, entro en la categoría de "artista", y mí arte sería "la ingeniería", al igual que cualquier científico que considere que el hacer su labor lo mejor posible es la prioridad máxima.


¿Qué problemas solemos tener los artistas en el mundo? Pues que, al vivir en una sociedad donde dar incentivos económicos es la forma más fácil, si se tiene el recurso, para que una persona haga lo que quieres que haga, nos sentimos bastante insatisfechos.

Un estudio en MIT (Massachusetts Institute of Technology), mostrado claramente aquí, explica la razón de lo anterior.
Bastante explicativo el video, donde en resumen muestran que un artista en general busca ser tratado como un ser humano, más que como un animal al cual colocándole una cantidad que triplique su ingreso mensual actual enfrente es capaz de hacer lo impensable. Buscamos ser los mejores, tener un propósito con nuestro trabajo y que no haya alguien diciéndonos qué hacer.
En general el capitalismo muestra lo siguiente: el maquinista (el dueño de la empresa) maneja una máquina (la empresa) con muchas piezas dentro (los colaboradores), diseñada para realizar cierto producto (o servicio). Si una pieza falla, se cambia. Si funcionan, ¡que sigan trabajando! La sección de este sistema donde un artista mejor podría encajar, es siendo el maquinista.


Ahora que vimos la situación general, veamos la de Panamá. Lo curioso es que la mentalidad no es la de ser un maquinista, sino la de ser parte de la máquina. Se hace distancia a las responsabilidades "por comodidad". No se busca ser el mejor en lo que se hace, ¡se busca simplemente hacer algo! Se busca ser una pieza y realizar una función, cualquiera que esta sea. Sólo basta llevar lo que nos de sustento al hogar, sin pensar siquiera en hay falla o no en nuestra labor, para entregar productos de calidad.


Esta mentalidad encierra a los artistas en sí mismo, en un aislamiento del medio, pues este no comprende sus necesidades de ser el mejor en su arte, de tener un propósito y de ser independiente. El sistema en que vivimos obliga a todos a formar parte de la maquinaria, aunque en los planteles educativos intente enseñarse lo contrario. El matemático, el pintor, el filósofo, se ven, u obligados a ser parte de una vida ermitaña encerrados en un mundo ficticio, para poder ser los más fieles a su arte posible; o volverse parte del sistema y "adaptarse" para sobrevivir. ¡Ah! sin olvidar la opción de irse del país a buscar mejores oportunidades.


En conclusión, el artista panameño tiene un doble propósito: no solamente intentar aportar al medio con sus conocimientos, sino tratar de cambiar esta mentalidad del panameño promedio de ser un tornillo, para pasar a ser el maquinista.

Abriendo un blog

Me di cuenta que soy una persona con mucho que decir, en muchos campos, al mundo. Puede ser una mezcla entre la rebeldía propia de la juventud (de actitud más que de edad) unida a un amor a las ciencias, y con una pizca de represión por la mentalidad general en mí entorno.

Sin embargo, ¿por qué ahora? Bueno, un acontecimiento en apariencia insignificante (ver un video en Youtube) me dio la idea de darme a conocer mediante las letras, en Internet.

Mis mensajes son para el planeta entero, pero tienen varias dedicaciones especiales a muchos sectores en mí país, pues seamos honestos, ¡vivo aquí! y obviamente varias de mis intenciones van dirigidas a mí entorno, a ver si mejora en algo.

¿Quién soy? "Formalmente" puede ser algo como "Mí nombre es _______, soy un muchacho panameño de 21 años, estudiante en la Universidad Tecnológica de Panamá, en la carrera de ingeniería electromecánica...." y podría seguir. Sin embargo, esto no me gusta ¿por qué? Pues es tan impersonal, que con colocar un nombre distinto al mío en el espacio en blanco, que compartiera conmigo esas características, entonces ya sería otra persona. Prefiero que mis escritos, los videos, las fotos, entre otras cosas, que coloque en este blog hablen por mí.

Me considero un joven científico (un "rookie" en todo caso) con ganas de ser el mejor en mí área. Sin embargo no sólo me dedico a las ciencias, pues tengo afinidad por ciertas artes y me gusta indagar de vez en cuando con lo que llamamos "verdades universales", así que también me agrada el campo de la filosofía y las humanidades. Pero como la ciencia es mí fuerte, prefiero autodenominarme un "joven científico".

Así es, soy un joven científico con la peculiaridad de vivir en un país en el cual una de nuestras principales riquezas es nuestra "estrechez" que permite que otros países pasen fácilmente a través de nosotros (a lo largo y ancho). Solemos llamarlo "posición geográfica". Diría que otra de nuestras riquezas es el tener una de las aguas más puras del planeta, pero podrían no querer leer más mí blog. Finalmente, una "riqueza" más es que somos un "país de servicios", cualquiera que sea el significado de "servicios" en esta frase, que obviamente no se refiere a un buen servicio de parte del mesero de un restaurante, o de una cajera que atiende en un supermercado, o la que atiende el teléfono al querer hacer una consulta a algún establecimiento. ¿han leído en este párrafo algo relacionado a las ciencias, a las artes, a la filosofía, las humanidades en general? Pues ¡BIENVENIDOS A MÍ BLOG!