viernes, 18 de febrero de 2011

Música: realidades y algunos mitos

Me he topado con este tema a las doce de la media noche, y lo he hallado tan sublime que decidí dedicarle algo en mí blog en este momento (Dios, ¡inspiraciones nocturnas! mis mejores amigas y peores enemigas).

Primero que todo, entrando un tanto al terreno del misterioso cerebro: Se encuentra dividido en dos hemisferios, el izquierdo y el derecho, unidos por el cuerpo calloso. Lo interesante es que, aún cuando la musicalidad halla su albergue en el hemisferior derecho, es decir, nuestra capacidad de definir distintas voces y entonaciones, así como nuestras experiencias musicales, el ritmo musical está controlado por el hemisferio izquierdo, reponsable de nuestro sentido del tiempo, así como de nuestra conciencia espacial y comprensión de relaciones complejas, CRUCIALES para percibir ritmo.

Hay, además, distintas formas en que el cerebro reacciona a estímulos externos. Su actividad cerebral, medida por un electroencefalograma, distingue cuatro tipos de ondas cerebrales:
  • Ondas alfa: van desde los 8 a los 13 Hz, y aparecen durante estados de extrema quietud y tranquilidad.
  • Ondas beta: van desde los 14 a los 20 Hz, y aparecen durante nuestras faenas diarias.
  • Ondas theta: van desde los 4 a los 7 Hz, y ocurren luego de emociones placenteras.
  • Ondas delta: van desde 0.5 a 4 Hz, y ocurren sólo durante el sueño profundo.
Estas ondas cerebrales se pueden traducir en "ritmos", los cuales captamos en la música. Es decir, cierta música estimula ciertas ondas cerebrales, las cuales afectan nuestro ánimo y nuestra conducta durante el día. También pueden afectar la tonicidad muscular y modifica el sistema inmunitario, entre otros efectos.

Un estudio interesante, llevando al límite el efecto de la música sobre nuestro ánimo y toma de decisiones, es que la música alta en los bares incita a beber más alcohol en menos tiempo (estudio publicado en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research). El estudio reveló que más volumen, ¡INFLUYE A BEBER MÁS RÁPIDO LA BEBIDA!

Sí, la música afecta nuestras acciones momentáneas, ¿pero ayuda al aprendizaje? Se sabe que es el primer sentido que desarrollamos, ¡en el útero! A las diez semanas de edad comienza a desarrollarse, y a las 16 semanas es totalmente funcional, permitiendo al útero percibir estímulos del exterior y comunicarse.

Durante el crecimiento, una dosis alta de música ayuda al niño a desarrollar su sentido pre-lógico en lógico, al darle la conciencia de "tiempo" perteneciente al ritmo musical, lo cual también ayuda al desarrollo del sentido de orden, del análisis y la memoria. Además funciona como un agente estimulante del aprendizaje, pues mantiene activa la actividad neuronal, además de favorecer la inteligencia al intentar diferenciar y a la vez unificar sus distintos elementos ¡EN EL MÁS FINO ARTE!

Ahora que ya vimos esto, sentémonos a ver una realidad ¿qué hay de estudiar, trabajar o realizar alguna tarea Y oír música durante la misma? Estudios en Applied Cognitive Psychology dicen que oír música mientras se hace una tarea cognitiva (como estudiar o redactar un informe) ¡BAJAN EL RENDIMIENTO! Según los autores de este estudio, lo mejor durante estas tareas es el silencio.

Señores, los beneficios de la música se dan ¡CUANDO OÍMOS LA MÚSICA NADAMÁS! Es decir, cuando estamos sentados oyendo alguna banda, o tenemos una afición repetida por algún autor, o cuando somos niños y nuestras madres ponen alguna canción para entretenernos (al menos a mí me hacían algo similar). En esos momentos es estimulante. Mientras realizamos alguna tarea, no es sino una dulce distracción.

Los beneficios de la música son amplios, y estimularla como una herramienta para optimizar el aprendizaje no es sino una de las facilidades otorgadas a nosotros por sus efectos en el cerebro. Sin embargo, cuando haya que trabajar, estudiar o redactar algo, y quieran rendir ¡APÁGUENLA! Si no les interesa hagan como yo (y sé que varios de ustedes) harán aún sabiendo esto: colocarán su playlist favorito y se lanzarán a su diario vivir.

1 comentario:

  1. Yo siempre dije eso! es una distracción cuando se realiza alguna tarea. Inclusive al manejar jajajaja. Pero bueno, hay cosas inevitables. ¡O escuchas la música o te duermes haciendo lo demás! Yo prefiero rendir el 80% que rendir... Cero dormida jajajajaja. Es un arma para utilizar cuando sientes q ya no puedes más. Tengo un profesor que decía que esa gente que venía escuchando música a mil en el carro antes de un examen eran los que les iba mal porque se les olvidaba todo jajaja. Parece que tenía razón mi querido profe.

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